Preguntas Frecuentes

por Jack Fleming

N° 260


¿Se necesita repetir la "oración de fe" para ser salvo?


RESPUESTA


Los Neo evangélicos han incorporado todo un ritual mecánico y carente de base bíblica para "convertir" o mejor dicho, para incorporar a los nuevos miembros a sus organizaciones, porque están más interesados en la cantidad y tamaño de su iglesia local (porque de ello depende la cantidad de dinero que logren recaudar en cada reunión y obviamente en los infaltables diezmos), que en la realidad de la salvación de las almas de las personas. Respecto a este tema me refiero en el mensaje Nº 105 "Maquillador de Muertos" que puede leer en la sección MENSAJES.

La fértil imaginación de estos comerciantes de la fe les ha llevado a inventar "La oración de fe" conocida también en diversos lugares como "La oración del pecador", que consiste en un rezo que han elaborado para que una persona nueva repita con la ayuda de un miembro de su congregación, para "ser salvo" y de ese modo integrarse rápidamente al número de los diezmadores de su iglesia.

Pero ¿puede esto ser verdad? ¿Que con la sola repetición de un rezo elaborado por un hombre puedan los pecadores llegar al cielo? ¿En qué parte de la Biblia se encuentra un caso como este que nos pueda servir de ejemplo? Los que hemos leído toda la Palabra de Dios sabemos perfectamente que en ninguna parte de la Biblia se menciona algo semejante.

Especialmente en el libro de los Hechos, donde se relatan muchos casos de personas que se salvaron, JAMÁS leemos que los apóstoles o los cristianos en general hicieran repetir un rezo o una "oración de fe" a los inconversos para que fueran salvos.

Toda esa gimnasia que se desarrolla en muchas iglesias modernas: levantar la mano, pasar adelante, que en muchos casos son forzados por los "oficiales" de la iglesia para que los nuevos visitantes "pasen al altar" (a lo que todo ser pensante debería preguntarse: ¿Cuál altar?), luego arrodillarse a los pies del pastor. Todo ese ejercicio físico no se encuentra en la Biblia ni es el ejemplo que nos dejaron los primeros cristianos, cuyas conversiones están consignadas en las Sagradas Escrituras para enseñarnos qué debemos hacer para ser salvo.

¿Qué dice la Biblia respecto a esos rezos que el hombre ha elaborado para que los repita el pecador para ser salvo? En primer lugar hemos de enfatizar que esa práctica, que aunque se ha hecho muy común en nuestros días, no se encuentra en la Palabra de Dios.

El Señor Jesucristo fue muy claro que no hemos de hacer vanas repeticiones (como las mantras de los budistas, las Ave Marías y Padre Nuestros de los romanistas y también ahora la "Oración de fe" de los Neo evangélicos). Inclusive cuando sus discípulos le pidieron que les enseñara a orar, Jesús les presenta un modelo de oración que hoy los religiosos modernos llaman el "Padre Nuestro", pero aún allí, conociendo en Su Omnisciencia lo que harían con sus palabras, establece específicamente antes de mostrarles los ingredientes de una oración, les dice: Mat 6:7 "Y orando, no uséis vanas repeticiones".

Especialmente aquellas que no salen de nuestro propio corazón sino que de la boca de otra persona y alguien repite, son vanas repeticiones.

Por lo tanto, todos estos ejercicios físicos (levantar la mano, pasar adelante, arrodillarse a los pies del pastor) y las repeticiones de palabras supuestamente "mágicas" para salvar a un pecador, son invenciones humanas que no tienen origen en la Palabra de Dios.

También existen otras iglesias que por instrucción de los jerarcas de esa organización, deben predicarse el evangelio a ellos mismos todos los días Domingo a la 7 de la tarde en todo el mundo, porque esa es la estructura religiosa que han diseñado.EstudiosMaranatha.com Jack Fleming

Allí no se practica la gimnasia ni la repetición de la "Oración de Fe" para salvar al pecador, pero han descafeinado la información y añadido expresiones espurias que terminan siendo costumbres igualmente tóxicas que contaminan el evangelio santo del Señor.

Es típico escucharles en tono suplicante al presentar el evangelio: acepte al Señor Jesucristo en su corazón, entregue su corazón a Cristo, abra su corazón, invita a Jesús a tu vida, etc. Presentan a un Cristo que ruega y suplica para que el pecador, si lo tiene a bien, lo acepte y así pueda salvarse. ¿Podría Dios haber dejado esa decisión en manos de uno que está muerto en delitos y pecado?

Sería semejante a cuando el Señor estuvo frente a la tumba de Lázaro, le preguntara suplicantemente: Lázaro ¿quieres levantarle y salir fuera? ¿Tendrías la amabilidad de concederme el favor de aceptar mi invitación? ¡Qué absurdo!

En ninguna parte donde se registran predicaciones del evangelio en la Biblia se encuentran esas expresiones que ha inventado el hombre. Cuando Pedro movido por el poder de Dios presenta el glorioso mensaje sin ingredientes humanos, como resultado fue que todos se compungieron de corazón y preguntaron: ¿qué haremos? La respuesta apostólica NO fue: "Levanten la mano, pasen adelante, abran sus corazones, inviten a Cristo a sus vidas." ¡NO! Sino que enfáticamente les dijeron: "ARREPENTIOS".

Que mensaje más glorioso entregaban los apóstoles. Luego ante el Sanedrín Pedro les dice con autoridad y sin tapujos ni falsos adornos:
Hch. 4:11 Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
Hch. 4:12 "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos".

Nunca les escuchamos suplicar lastimeramente: acepten al Señor Jesucristo en su corazón, entregue su corazón a Cristo, abra su corazón, invita a Jesús a tu vida, concédale el honor a Dios para que more en su corazón.

Cuando Pablo predicó a las mujeres que se habían reunido junto al río, no terminó su mensaje diciendo como los que hoy están entregando otro evangelio: "abran su corazón para que reciban al Señor". El resultado de una predicación pura y con la fuerza del Espíritu Santo fue: (Hch.16:14) "el Señor abrió el corazón de ella".

¿Por qué hoy tenemos una cristiandad tibia, que provoca nauseas al Señor?
Ap. 3:15 "Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
Ap. 3:16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Ap. 3:17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo".

La tibieza es cuando se junta lo frío con lo caliente, los inconversos (aquellos que han pasado por un proceso religioso de repetir una "oración de fe", levantar una mano o pasar "al altar" al final de una predicación), se han mezclado con los verdaderos hijos de Dios.

Tenemos iglesias tibias porque están llenas de inconversos maquillados como cristianos y que se ponen sus trajes de creyentes solamente para asistir a sus iglesias, pero que nunca se han arrepentido, jamás han nacido de nuevo, no saben que la conversión es cambiar de vida porque ahora somos nuevas criaturas y todas las cosas viejas pasaron y TODAS son hechas nuevas.

Arrepentíos, es el inicio del camino de la salvación. El Señor Jesucristo lo explicó magistralmente: Hay que nacer de nuevo, porque el que no nace de nuevo, no podrá ni ver el reino de los cielos.

Lo que tenemos que decir al pecador no es pedirle que repita con nosotros la "oración de fe", sino mostrarle el terrible peligro en que se encuentran, indicarle el Camino y llamarlos al arrepentimiento, porque sin arrepentimiento y cambio de vida (conversión) no existe salvación.

Ese es el modelo y el ejemplo que se registra en las Sagradas Escrituras, para que nosotros sepamos cómo predicar el verdadero evangelio del Señor y no seguir engañando a los pecadores que marchan irremisiblemente camino al infierno si no cambian, si no existe en ellos una genuina conversión, si es que no nacen de nuevo como dijo el Señor.

Jn. 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Hch. 3:19 (Pedro) "Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados".

El verdadero hijo de Dios no solamente pasa a tener seguridad de su propia salvación:
1Jn 5:13 "Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna"
Rom 8:16 "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios".

Sino que ahora es una persona distinta, nueva criatura, con nuevos intereses y gustos diferentes:
2Co 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Es tan grande la irresponsabilidad que manifiestan aquellos que engañan al que camina por un frágil puente quebradizo sobre el abismo del infierno, que sólo la puedo comparar con la actitud absurda y criminal de un bombero que acude a un edificio en llamas para rescatar a las personas, y en vez de cumplir con su deber se pone a cantar con un conjunto musical, o a relatarles sueños, historias, experiencia y otras necedades como esas para entretener a la gente y dejar a todos contentos.

Predicar el evangelio implica llamar, no "al altar" o hacerles repetir un rezo que supuestamente tendría efectos salvadores, sino llamarlos al arrepentimiento, advertirles que es necesario nacer de nuevo.

¿Cómo se hace esto? Confesando a Dios, no a los hombres ni al pastor o la "pastora", confesar al Señor sus pecados en la intimidad de su vida, con un corazón contrito y humillado: Sl. 51:17 "Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios".

Cuando la Biblia dice en el Nuevo Testamento Rom 10:9 "si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo". Es una referencia inmediata a la condición que se vivía, cuando confesar con su boca delante de los hombres era poner en peligro su propia vida, porque eso podría significar ser arrojado a las bestias en el circo romano, era una prueba irrefutable que su conversión era genuina.

Sin embargo en nuestros días confesar delante de los hombres que somos cristianos, no tiene gran significancia, a no ser que nos encontremos en un país musulmán. En occidente la gran mayoría se autodenomina y confiesa con su boca ser "cristiano", pero si viniera una persecución como la que hubo en los primeros siglos o en los tiempos de la Inquisición católica, esa inmensa mayoría que hoy confiesa públicamente a Jesús, se vería reducida a la mínima expresión. Por lo tanto la eficacia para reconocer a alguien como cristiano porque solamente ha confesado con su boca, va a depender de las circunstancias políticas, sociales y religiosas del momento.

Es cierto que debemos ser consecuentes con nuestra fe y tener la dignidad y honradez de reconocer que somos creyentes nacidos de nuevo, mucho más allá de las cuatro murallas del local de la iglesia, porque confesar y admitir que somos cristianos en la iglesia, realmente no tiene ninguna consecuencia en nuestra vida, pero si lo hacemos en el trabajo y en todos los lugares donde nos hayamos rodeados de inconversos, eso tiene muchísimo más valor, porque ser cristiano entre los cristianos no tiene ningún impacto para nadie. Porque son muchos los que se ponen el "traje de creyente" solamente cuando asisten a la iglesia.

El mundo está cansado de los charlatanes que sólo hablan del evangelio, pero lamentablemente sus testimonios de vida hablan más fuerte y sus muchas palabras únicamente sirven para desprestigiar el cristianismo.

Muchos gustan dar impactantes testimonios (hablados) delante de todos sus hermanos en la iglesia, pero verdaderamente lo que diga su esposa, su familia, sus vecinos, sus compañeros de trabajo, sería más digno de escuchar. Porque una gran cantidad de "hermanos" (incluyendo pastores), fuera de la iglesia se les conoce como personas hipócritas, groseras, violentas y hasta adúlteros.

Cuán importante es tener presente lo que dice Dios en Su Palabra:
Ecc 5:1 "Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.
Ecc 5:2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.
Ecc 5:3 Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio".

En las iglesias que se han apartado de la Palabra de Dios, no piden solamente que el visitante repita "La Oración de Fe", sino además en muchos lugares presionan para que confiese delante de la iglesia todos sus pecados. Una persona me dijo que había pasado por todo ese proceso, pero ahora la "pastora" le estaba pidiendo una lista escrita con todos los pecados que ella recordara de su vida.

Toda esta manipulación es un abuso y que solamente puede importar a las personas que gustan revolcarse en la basura y/o tienen intereses personales para controlar posteriormente a los miembros de su congregación. Algo que puede ser comparado con el siniestro poder que obtienen los curas en el confesionario católico.

Con nuestros pecados hemos ofendido a Dios y es a Él únicamente a quien debemos confesar, privadamente nuestros pecados. 2Cro. 7:14 "Si se humillaren y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados".

Esta confesión no es algo mecánico ni producto de una mente ajena a la nuestra. La persona en la intimidad de su vida debe confesar con un corazón contrito y humillado a Dios, con palabras propias que broten de su corazón arrepentido; realmente no importa mucho las palabras, porque el Señor está mirando y escuchando nuestro corazón.

En consecuencia, todo este mecanismo inventado por los Neo evangélicos de levantar la mano, pasar al altar, arrodillarse, repetir un rezo, etc. Es una invención humana que no se encuentra en la Palabra de Dios ni es necesario para ser salvo.

¿Qué debo hacer para ser salvo? Cree en el Señor Jesucristo y arrepiéntete de tu vida pasada. Puede que no tengas graves pecados que confesar a Dios, pero el mayor de todos es el haber vivido indiferente a la obra que Cristo realizó en la cruz por tus pecados y los míos, eso es lo primero por lo cual debes arrepentirte, luego el Señor te indicará lo que debes hacer por medio de Su Santa Palabra y la guía del Espíritu Santo que ha venido a morar en tu corazón el mismo instante en que te arrepentiste, porque ahora eres templo del Espíritu Santo, Él mora también en ti al igual que en todos los que somos hijos de Dios.

1Co 3:16 "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?"

No te esfuerces por "hablar alguna jerigonza" o balbuceo estático ("lenguas" como tradicionalmente llaman los carismáticos) que es muy propio del vudú y las tribus africanas, donde repiten palabras y sonidos ininteligibles que ni ellos mismos comprenden. Monosílabos y derivados de nombres de demonios que invocan y adoran en África, India u otros países de Asía; por ejemplo los sonidos que se repiten constantemente entre los Pentecostales: "Rama" (y otros derivados: Rama-Hua, Rama-yana, Rama-Navami, etc.) que se escuchan hasta el cansancio en esos lugares.

Personalmente en una oportunidad me tomé el tiempo para grabar esas "lenguas" de los carismáticos que repetían en un programa de radio, luego analicé e investigué el significado de los vocablos que más repetían; grande fue mi sorpresa al comprobar que varios de esos sonidos correspondían a nombres de diferentes divinidades paganas: "Rama" y otros nombres: Rama-Hua, Rama-yana, Rama-Navami, son divinidades paganas que adoran principalmente en India y otros países asíaticos.

Isa 8:19 "Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran (parlotean) hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?"

Si alguien tiene alguna duda, pídale a uno de estos engañadores que le traduzca un capítulo de la Biblia a esas supuestas "lenguas", y verá fácilmente que no pueden ni quieren saber nada de la Santa Palabra de Dios.

El Espíritu Santo no se manifiesta de esa forma grotesca; aléjate de esos lugares, porque existen iglesias espiritistas que hasta les hacen "clases para hablar en lenguas" a los recién convertidos. Puede leer más sobre este tema en el "Manual Bíblico" cap. 22 que encontrará en la sección LIBROS.

No tienes que probar a los demás que posees el Espíritu Santo, porque Dios ha dicho que todo hijo Suyo es templo del Espíritu Santo, porque si Él no estuviera en tu corazón, jamás te habrías arrepentido y cambiado tu vida.



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