por Jack Fleming
N° 27
¿Por qué en Mt.20: 29 dice "al salir de Jericó" y en el pasaje paralelo de Lc.18: 35 dice: "acercándose Jesús a Jericó"?
RESPUESTA
Felicitaciones por escudriñar las Escrituras. No hay una forma más
sabia
para leer los evangelios, que comparando los pasajes paralelos, porque
ellos
no constituyen una repetición del ministerio del Señor Jesucristo, sino
que
cada uno presenta un punto de vista diferente para que podamos tener
una
apreciación más amplia y profunda de esa obra divina.
Es como si cada evangelio lo presenta desde un punto cardinal
diferente,
uno desde el Norte, otro desde el Sur, otros desde el Este y desde el
Oeste;
para que el lector que seriamente desea conocer sobre esta materia,
pueda
ahondar como el minero que descubre una veta y mientras más excava, su
esfuerzo se ve altamente recompensado. Los diamantes más preciosos Dios
los
ha reservado para los que perseveran, escudriñan y excavan cuidadosamente en las Sagradas
Escrituras.
Mateo y Marcos eran judíos, y como tal, toman como referencia la
antigua
ciudad de Jericó que fue destruida en los días de Josué, pero que luego
fue
ocupada por los más pobres de la región.
Muchos siglos después los griegos dominaron esa región,
reconstruyendo
una nueva ciudad de Jericó, pero la levantaron en un sitio colindante
con la
antigua ciudad. El médico y evangelista Lucas era helenista, de
aquellos judíos que habían nacido en la díaspora,
hablaba griego, no era judío de cepa como los otros evangelistas. Por
lo
tanto en su relato toma como referencia la nueva ciudad de Jericó.
Entonces la explicación es muy simple. Había dos ciudades de Jericó,
la
nueva y la antigua; Jesús se encontraba en un punto intermedio entre
ambas
cuando se hace ese comentario en los evangelios. Estaba saliendo desde
la
antigua Jericó, pero al mismo tiempo estaba entrando a la nueva ciudad,
según el punto de vista del observador.
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