N° 43
Por Jack Fleming
www.EstudiosMaranatha.com
Gn. 13: 12-14 "Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que
Lot
habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta
Sodoma. Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová
en
gran manera. Y Jehová dijo a Abram después que Lot se apartó de él"...
Dios sacó a Abraham desde Ur de los Caldeos, una región
terriblemente
pagana e idólatra, mandándole dejar todo aquello que lo unía a ese
lugar,
incluyendo su propia familia; para separarse de la mundanalidad y así
santificar su vida. Porque Dios deseaba formar en él una nación santa,
apartada para el Señor.
Abraham obedeció parcialmente; salió de esa tierra, pero no se
apartó
completamente de su parentela, porque el relato bíblico nos dice que
llevó a
su sobrino Lot, quien fue piedra de tropiezo en su vida espiritual.
Nos relata Su Palabra, para nuestra enseñanza, que esta
desobediencia de
Abraham le conllevó a disputas con los pastores de su sobrino, e
inclusive
le arrastró a una guerra contra cinco reyes que tomaron prisionero a
Lot.
También es muy significativo destacar que durante todo el tiempo que
Abraham estuvo en compañía de su sobrino, no se menciona ninguna
manifestación de Dios en la vida del patriarca. Esto no sucedió hasta
que se
apartó de él. Dice el vr. 14 "y Jehová dijo a Abraham, después
que
Lot se apartó de él"...
Lot es el prototipo del cristiano carnal. Cuando tuvo la disputa con
su
tío a consecuencia del ganado, Abraham, que caracteriza al cristiano
espiritual, dejó a su sobrino escoger. Porque el cristiano espiritual
siempre podrá confiar plenamente en su Señor, y dejar que el más carnal
elija. Aquí en este mismo cap.13 de Génesis, en el verso 10 dice: "y
alzó
Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de
riego".
Como podemos notar, la persona carnal, lo más alto que puede
levantar sus
ojos es hasta las cosas terrenales, y ni aún así a las partes más
altas,
solamente hasta la planicie, hasta la llanura del Jordán.
Él únicamente busca como incrementar sus riquezas, sin importarle
que
para ello tenga que vivir cerca de Sodoma y Gomorra, las ciudades de
mayor
pecaminosidad de esos tiempos.
Su amor por las riquezas y las posesiones materiales de este mundo,
solo
le permiten ver los buenos pastos que había allí, no el pecado que lo
rodeaba. El vr. 12 dice: "Abraham acampó en la tierra de Canaán, en
tanto
que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue moviendo sus
tiendas
hasta Sodoma".
La ambición del corazón carnal está puesta únicamente en las
posesiones
materiales, sin importar el costo espiritual, ni lo que Dios ha dicho
al
respecto. 2 Cor. 6: 14 "No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos.
Porque ¿qué parte tiene el creyente con el incrédulo? Stgo. 4: 4 "¿No
sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera,
que
quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios".
Lot en su carnalidad, fue moviendo sus tiendas hasta las mismas
puertas
de esas ciudades de corrupción. Y en el capítulo siguiente, lo
encontramos
viviendo dentro de Sodoma.
Pero aún en esa condición seguía siendo un hijo de Dios, y por ese
motivo, aunque alcanzó la prosperidad terrenal que ambicionaba, su
corazón
se afligía cada día a consecuencia de su distanciamiento con el Señor,
y por
el hecho que tenía que vivir en medio de esa gente donde hablaban y
practicaban cosas terribles.
Dios, quien conoce los corazones, dice en 2Pd. 2: 8 "este justo,
que
moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viviendo y oyendo
los
hechos inicuos de ellos". Es notable que le siga llamando "el justo
Lot",
pero eso se debe a que Dios nos ve justos en la justicia del Señor,
estamos
cubiertos con su manto de justicia. Is. 61: 10 "me vistió con
vestiduras de
salvación, me rodeó de manto de justicia".
En el afligimiento de Lot, aprendemos que no se puede considerar
bendición de Dios la prosperidad terrenal, como enseñan muchos falsos
maestros en nuestros días. Según ellos, Lot debería ser una persona
"muy
bendecida por el Señor".
La Biblia establece que la verdadera riqueza está en obtener esa paz
interior para con Dios, eso es lo que dice el Señor en Mt. 12: 21 "Así
es el
que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios".
¿Cómo comenzó el descenso de Lot que lo llevó a la bancarrota
espiritual?
Primero, porque su corazón estaba puesto en las riquezas de este mundo,
y no
en el Señor. Esa ambición por lo material, fue lo que le llevó a entrar
en
disputas con Abraham, que finalmente lo obligó a separarse de aquel
hombre
de Dios.
Eso fue de bendición para Abraham, porque desde ese momento Dios
comenzó
nuevamente a revelarse en su vida; pero al mismo tiempo, marcó el
descenso
en la vida espiritual de Lot.
El pecado nunca se manifiesta inmediatamente en toda su inmundicia,
porque si es algo muy obvio, aún el más carnal lo rechazaría. El
descenso
que Satanás presenta, siempre es una pendiente casi imperceptible.
Porque si
lo colocara en la orilla de un precipicio y le dice: "salta", nadie lo
haría.
Lot fue moviendo gradualmente sus tiendas hasta Sodoma. La Biblia no
nos
dice cuanto duró ese proceso de acercamiento o deslizamiento hacia ese
lugar
de pecado.
Pero nos relata que al final estaba viviendo EN la ciudad de Sodoma.
Cuando entró allí, no se menciona que tuviera esposa, por lo que
podemos
deducir que tomó para sí, una sodomita.
Llegó a tener toda la prosperidad terrenal que anhelaba, pero eso no
era
bendición de Dios, muy por el contrario, fue el fruto de su
desobediencia al
Señor.
¿Por qué Lot habiendo obtenido la tan desea prosperidad, seguía
afligiendo su alma justa cada día? Y ¿por qué los líderes de hoy que se
han
beneficiado con el evangelio de la prosperidad, ni sus congregaciones
que
han ido moviendo sus tiendas, tampoco afligen sus almas por esta
situación?
Muy por el contrario, los vemos frenéticos saltando y aplaudiendo muy
complacientes con su condición.
La única respuesta que encuentro a la luz de las Escrituras, es que
muchos de los que se denominan "evangélicos" en nuestros días, carecen
del
Espíritu Santo para que les constriña, porque sencillamente nunca han
nacido
de nuevo.
El que verdaderamente es hijo de Dios, puede lamentablemente pecar,
pero
es imposible que continúe practicando el pecado. Eso es lo que
afirma
Dios en su Palabra, 1Jn. 3: 9 "Todo aquel que es nacido de Dios, no
practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él, y no
puede
pecar, porque es nacido de Dios".
El hijo de Dios que se encuentra en un medio corrupto, aflige su
alma con
ese ambiente. En cambio el que pertenece a Sodoma, no solamente se
siente
cómodo, sino que hasta salta y grita de gozo.
Dice la Palabra en 2Pd. 2: 6 "si condenó por destrucción a las
ciudades
de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo
a
los que habían de vivir impíamente, y libró al justo Lot, abrumado por
la
nefanda conducta de los malvados (porque este justo, que moraba entre
ellos,
afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de
ellos)".
Estimado amigo, amiga, si Ud. se encuentra cómodo con toda la
situación
corrupta que abunda en muchos lugares, le invito de todo corazón que
acepte
a Cristo en su corazón, porque tan sólo él puede transformar su vida y
mostrarle el camino de santidad.
No sea de los muchos, que no van a entender hasta que venga el Señor
y
los deje aquí, porque su venida será como en los días de Noé, estaban
comiendo y bebiendo y no entendieron hasta que vino el diluvio.
Solamente la verdad os hará verdaderamente libres, y dice el Señor:
"Mi
palabra es verdad". Hoy su Palabra sufre más en manos de sus
expositores,
que de sus opositores.
Dios no permitió que Lot continuara indefinidamente en esa
condición, él
lo sacó desde allí. Y todo aquello por lo que se había esforzado, lo
perdió.
Fue salvo, aunque así como por fuego.
Así también lo hará el Señor con cada uno de sus hijos, lo sacará
desde
ese lugar. La diferencia está en salir ahora, que quizás aún pueda
rescatar
algo, o cuando la paciencia de Dios llegue a su límite y lo pierda
todo.
Pero lo que sí es seguro, que no va permitir indefinidamente que un
hijo
suyo continúe en esa situación.
Antiguamente la iglesia hablaba de salir de "Egipto" que era el
mundo,
para tomar cada día su cruz y seguir a Cristo. Hoy muchos líderes
religiosos
están conduciendo a sus congregaciones a la esclavitud de Egipto.
Multitudes se han dejado deslumbrar con los becerros de oro que les
han
construido, grandes templos, eventos musicales y mucha actividad
mercantil.
Hacen fiestas paganas, y aún insisten en decir que: "es fiesta para
Jehová".
Dice la Palabra de Dios en Ex. 32: 4, cuando Aarón y todo el pueblo
pecó
con él: "Y él tomó de las manos de ellos (el oro), y le dio forma con
buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron:
Israel,
estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Y viendo
esto
Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo:
Mañana
será fiesta para Jehová".
Estaban saltando y gritando a un becerro de oro, y seguían diciendo
que
eso era fiesta para el Señor. Hoy también son muchos los que en medio
de la
corrupción, continúan aplaudiendo y gritando frenéticamente: Aleluya,
Santo
es su Nombre, Gloria a Dios, y creen que eso es una fiesta para el
Señor.
Con cuanta propiedad el Espíritu Santo reveló como serían los
últimos
tiempos, (2Tm. 3: 1-5) "También debes saber esto: que en los postreros
días
vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos,
avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos...que tendrán apariencia de
piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita".
Que el Espíritu Santo nos otorgue discernimiento para reconocer en
qué
lugar nos encontramos; si estamos en aquel que es santo, porque el
Señor
está allí, o si hemos ido corriendo nuestras tiendas siguiendo al
sistema
religioso imperante hasta Sodoma. Que así sea, Amén.
|