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SEMEJANZAS ENTRE
CATÓLICOS Y
PSEUDO EVANGELICOS

CAPÍTULO 14

"La jerarquía eclesiástica de los romanistas y de los pseudo evangélicos. Títulos y cargos en la iglesia".

Desde sus comienzos en el siglo IV, Roma elaboró una compleja jerarquía eclesiástica. Siendo su fundador Constantino, el gobernante de la Roma imperial, un hábil político y militar; creó también para la nueva religión del imperio, una jerarquía eclesiástica subordinada a él, quién se autoproclamó la cabeza de la nueva religión que impuso por decreto a todo su imperio.

La primera y gran división que establece Roma a su iglesia es entre el clero y laicos. La palabra laico significa, lego, y un lego es una persona falta de letras, de instrucción, un indocto.

Por clero se entiende la clase sacerdotal que pertenece a los diferentes grados, rangos o escalafones que constituyen toda la jerarquía de la iglesia que comienza con el "Santo Padre", el pontífice, el Vicario, o el representante de Cristo en la tierra, "el que está en lugar de Cristo"; y diversos otros títulos con que identifican la cabeza de la iglesia católica romana, que comúnmente llaman "Papa".

Desde allí descienden los rangos y categorías donde figuran los Cardenales, Monseñor, Obispos y otros, hasta llegar al cura párroco quienes son conocidos comúnmente bajo el nombre de "Padres" como a ellos les gusta ser llamados.

Aunque el Señor en forma muy clara prohibió a los cristianos llamar de esa forma a ninguno aquí en la tierra, como lo señala en el evangelio de Mt. Cap. 23: verso 9 "Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos".

Esta prohibición obviamente que no se está refiriendo a nuestros padres terrenales, sino a aquellos que gustan ser llamados "Padres" espirituales o "Santo Padre".

Aquellos que no se basan en las instrucciones que el Señor Jesucristo nos dejó en su Santa Palabra, la Biblia, sino que siguen mandamientos y tradiciones de hombres, tienen todo el derecho de organizarse como bien les parezca. Pero el pueblo evangélico que "dice" basarse en la Biblia, no puede, sin faltar a la verdad, seguir modelos de hombres, desobedeciendo lo que Dios ha mandado en su Palabra.

Hoy también ellos están dividiendo la iglesia del Señor en Pastores y laicos. Han copiado a Roma en una jerarquía que proviene de la Roma imperial y no de la Palabra de Dios, contradiciendo abiertamente lo que Dios ha mandado y revelado en su Palabra. Dice en este mismo pasaje de Mt. 23: 8 "vosotros no queráis que os llamen Rabí, porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois... hermanos".

Dios no admite ninguna jerarquía en su iglesia. El dice, todos vosotros sois iguales, todos vosotros sois hermanos, nadie está por sobre los demás, hoy se "dice" que todos son iguales en la iglesia de Cristo, pero la práctica ha probado que algunos son más iguales que otros. En Ef. 5:23 dice "Cristo es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo".

El Señor es la Cabeza, y todos nosotros somos... hermanos. El único vicario, y la palabra vicario no significa otra cosa que representante; el único representante de Cristo aquí en la tierra, es el Espíritu Santo. Esto es lo que el mismo Señor Jesucristo dijo.

En cambio, en las iglesias que "dicen" seguir las instrucciones del Señor, vemos una realidad muy diferente.

Primero se introdujo como ya he señalado, una división anti bíblica de llamar a unos "Pastores" y al resto: "laicos". Luego continuaron en su imitación a Roma, elaborando toda la jerarquía humana a la que hoy nos tienen acostumbrado.

Hay pastores, reverendos, obispos, luego irán a proseguir con cardenales, su última inclusión totalmente anti escritural son "las Pastoras". Dios ha enseñado enfáticamente cual debe ser el lugar de la mujer en la iglesia de Cristo.

En la Epístola a los Corintios dice en el cap. 14 versos 33 y 34 "Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones, PORQUE NO LES ES PERMITIDO HABLAR, sino que estén sujetas".

Muchos argumentos humanos se han presentado para quebrantar este mandamiento de Dios para con la mujer en su participación pública. Los más empleados son que esta disposición, Pablo la mandó exclusivamente para la iglesia de los Corintios, porque allí habían muchos desordenes provocados por mujeres.

Pero tal argumentación se viene por tierra, cuando leemos con honestidad lo que ahí mismo dice: "Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones". No era algo exclusivo para los Corintios, sino para TODAS las iglesias de los santos.

La Epístola a los Corintios no fue escrita únicamente para corregir problemas en esa iglesia en particular, de lo contrario Dios no la hubiera incluido en el canon inspirado de las Sagradas Escrituras, porque dice Dios que toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.

El Espíritu Santo seguramente previniendo a estos contumaces y rebeldes, aclaró en el mismo pasaje que he citado: "Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones".

Pero además, a lo largo de toda la Epístola a los Corintios, encontramos esta misma aclaración, que no era únicamente para esa iglesia o sociedad en particular, por ejemplo dice en 1Cor. 4: 17 "esto enseño en todas partes y en todas las iglesias". Cap. 7 verso 17 "esto ordeno en todas las iglesias". Cap. 11 verso 16 "Con todo esto, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios".

Tampoco la Epístola a los Corintios es la única parte de la Biblia donde Dios hace esta prohibición a la mujer. En 1Tim. Cap. 2 verso 11 dice, donde Dios entrega las instrucciones para que sepamos cómo debemos conducirnos en la casa de Dios que es la iglesia del Dios viviente, como aclara en el verso 15 de este mismo capítulo, dice en el verso 11 "La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción, porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio".

Aquí no dice que esta prohibición se deba al desorden que había en la iglesia de Corinto o en otro lugar, sino que el Espíritu Santo aclara porque ese fue el orden establecido por Dios desde cuando Adán y Eva pecaron, lea Ud. el pasaje de 1Tim cap. 2 y lo comprobará.

En la Epístola a los Efesios se nos entrega una razón muy profunda, que sólo los que son del Señor y poseen el Espíritu Santo podrán no solamente comprenderla, sino que con gozo someterse a su voluntad.

Lea Ef. cap. 5 del versículo 21 al 33, allí podrá ver que la mujer es figura de la iglesia, la esposa de Cristo, y el esposo es símbolo del Señor, por este motivo Dios ha dispuesto a la mujer sumisión a su marido, no porque sea inferior, sino porque Dios la está empleando como figura de la esposa de Cristo, y Cristo es la Cabeza de la iglesia.

Esto concuerda con lo que dijo en 1Corintios 11:3 "Porque quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer". Concluye esta consideración con el verso 16 donde dice: "Con todo, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios".

Otras denominaciones que se consideran más bíblicas en su sistema organizativo, porque no tienen "Pastores", han elaborado otro método de gobierno humano.

Por ejemplo los mormones, tienen desde los apóstoles, hasta los ancianos. Dicen continuar con la sucesión apostólica, algo muy parecido a la versión de los romanistas, aunque éstos únicamente enfatizan a Pedro, los mormones dicen ser dirigidos por 12 apóstoles vivientes desde los EE. UU., y desde allí nos han invadido con esos jovencitos de aproximadamente 20 años, que viajan en bicicletas por los países del tercer mundo y que se autodenominan "ancianos".

Pero como les llega a dar vergüenza llamarse "ancianos", cubren ese título que se otorgaron, usando la palabra inglesa: "Elders'', y "elder" en inglés no significa otra cosa que "anciano" en castellano.

Fácilmente podríamos imaginarnos la hilaridad y rechazo que causarían, si llamaran a una puerta y se presentaran como "ancianos" personas de 20 años; más aún si su interlocutor ha leído las Escrituras y conoce los requisitos que la Palabra de Dios exige para los ancianos, por ejemplo en 1Tim 3: 4

"que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad, (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?) no un neófito, etc."

Por esta razón estos muchachitos se esconden tras el vocablo inglés de "elders" y no emplean su traducción al castellano que es "anciano".

Otras asambleas, que también emplean este vocablo "ancianos" en su sistema jerárquico y que excluyen a todas las otras denominaciones llamándolas "sectas", porque se consideran a sí mismos los "únicos" que poseen la doctrina pura. También poseen un complejo y anti bíblico sistema jerárquico.

Comienzan con los "misioneros", aunque esta palabra en la única parte de la Biblia que figura es en los mapas adicionales que se han incluído al final de las Biblias modernas.

Dicen, al igual que aquellos que tienen "apóstoles" en sus iglesias, intentando justificar estos "títulos", que significan "enviados". Pero bien sabemos que todos los cristianos somos enviados a testificar de Cristo, esta fue la gran comisión que él nos dejó a todos los que somos del Señor.

Decíamos que estos tienen en su jerarquía, 1º los misioneros, luego prosiguen con los "trabajadores indígenas", aunque en los países hispanos parlantes intenta suavizar esta definición que es la oficial que le dan en todos los países de habla inglesa.

Ellos consideran misioneros únicamente a los anglosajones que trabajan a tiempo completo, aunque sea sirviendo en su propio país. Por ejemplo, un inglés que se dedica a trabajar en Inglaterra sigue siendo considerado y llamado misionero, trabaje en su propio país o en el extranjero. En cambio a los latinos o los asiáticos que trabajen a tiempo completo, sea en sus países o en el extranjero, ellos, los anglosajones, siempre los van a llamar "trabajadores indígenas".

Las diferencias se hacen más odiosas en el momento de enviarles ayuda económica. Yo conocí muy bien a las iglesias de EE. UU. Inglaterra, Escocia, Irlanda y Australia. Cuando llegaba el momento de enviarles el soporte económico, recuerdo haber escuchado diferencias tan grandes como que a un "misionero" se le enviaran 2 mil dólares y al "trabajador indígena" cien dólares.

Al misionero le proveen para que siempre tenga el automóvil último modelo y el trabajador indígena por lo general debe andar a pié. Cuando pregunté cual era la razón para hacer esa diferencia tan inmensa, la respuesta fue que los trabajadores indígenas están acostumbrados a vivir con poco dinero y a caminar, en cambio los misioneros no.

Aunque son muchas las cosas tóxicas que se encuentran en esos sitios, por nombrar una de las más sensibles que presencié cuando fui invitado a una Cena del Señor y me indicaron que la ofrenda la podía entregar en cheque como lo hacían muchos de ellos, porque el cheque era un comprobante ante la oficina de los impuestos del país que servía para deducirlo de los impuestos al final del año financiero. Entregan la ofrenda en la iglesia y posteriormente la recuperan de los impuestos.

Por este motivo luego comprendí las enormes cifras que se recolectan en esas Asambleas, dinero que en muchos casos y de acuerdo a las denuncias que han realizado periodistas ante las autoridades competentes y los medios de publicidad, gran parte va destinado a apoyar las costosas campañas de los políticos de sus preferencias, incluyendo en otros países donde también se inmiscuyen en la política con el dinero que fue ofrendado para el Señor.

Entregar mi ofrenda en cheque, inmediatamente me estremeció al relacionarlo con los pasajes de la Santa Biblia que nos ordena que cuando demos algo: (Mt.6:3-4) "que no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha…y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público". (Mt.22:21) "Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios".

El escalafón entonces comienza con los llamados misioneros, prosigue con los trabajadores indígenas, continúa con un grupo que se autodenominan y auto asignan el "grado" de ancianos, quienes ejercen la función de recibir y excluir hermanos a la mesa de la comunión, la cual ya dejó de ser la mesa del Señor para constituirse en la mesa de ellos.

Prosigue en esa ordenación eclesiástica, los amigos íntimos de los ancianos quienes son ocasionalmente invitados a algunas de sus reuniones especiales cuando lo estiman conveniente, estos son denominados "los hermanos responsables".

Luego queda el resto de la asamblea a quienes lógicamente les corresponde ser los hermanos "irresponsables". Al menos las otras denominaciones califican a sus congregaciones de "laicos" y no de "irresponsables".

En resumen, su jerarquía eclesiástica está compuesta por : misioneros, trabajadores indígenas, ancianos, hermanos responsables y el resto de la congregación que serían los irresponsables.

Otro caso curioso que se da a menudo en esas asambleas es que los hijos de misioneros cuando llegan a una edad apropiada para casarse, son enviados por sus padres a sus países de orígenes, y cuando regresan lo hacen en calidad de misioneros, aunque tengan 20 o 25 años, pasando automáticamente por sobre los "ancianos" aunque éstos hayan estado en esas iglesias por 30 o 40 años.

Lo concreto es que cada vez que miramos a nuestro alrededor sólo hayamos confusión y carnalidad, rangos y títulos que ni aún se mencionan en la Biblia, como ya hemos notado : Los misioneros, trabajadores indígenas, hermanos responsables, y pastoras, todo esto sólo existe y es fruto de la vanidad del hombre, pero es abiertamente condenado por la Palabra de Dios.

Hemos leído en la Biblia que Dios nos enseña que únicamente el Señor es la cabeza de su iglesia y todos los demás somos... hermanos. En este mismo pasaje de Mt. 23 dice en el verso 11 "El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido".

Ahora los títulos más comunes en la nueva jerarquía eclesiástica evangélica, son Pastores, y por sobre ellos han colocado a los obispos. Todavía no han nombrado cardenales. Pero veamos estos términos a la luz de la Biblia y nos daremos cuenta de la tremenda diferencia que existe a como Dios emplea esos nombres en su Palabra, a como la emplean los hombres en el día de hoy.

Hechos cap. 20 verso 17 dice que Pablo hizo llamar a los ancianos de la iglesia de Efeso dice textualmente : "Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia".

Se trata de una iglesia que era administrada por un grupo de ancianos, luego en el versículo 28 les dice : "Mirad por vosotros, (les dice a los ancianos), y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre".

Vemos aquí que los ancianos, y los que están pastoreando el rebaño, son también los mismos a quienes les llama obispos.

La simple lectura de este pasaje nos demuestra en forma muy clara que los términos - Ancianos - Pastores y Obispos, son sinónimos entre ellos, y que no se mencionan como títulos ni rangos eclesiásticos, únicamente describen las diferentes funciones que deben caracterizar a quienes el Espíritu Santo ha colocado en ese servicio.

La definición de anciano hace referencia a su sabiduría, prudencia y dominio propio. Cuando a estos mismos les llama "pastores", les está recordando su función de cuidar, visitar, alimentar y amar al rebaño, el cual es del Señor, no de ellos. Y cuando a estos mismos hermanos puestos por el Espíritu Santo los llama obispos, jamás ha significado un puesto o título eclesiástico, sino que también les recuerda sus funciones administrativas dentro de la iglesia.

¿Con qué autoridad entonces algunos hablan de "su" iglesia, y no sólo gustan, sino que obligan a la congregación a llamarles, Mí pastor? Hoy en día la iglesia que el Señor ganó con su propia sangre, ha dejado de ser la iglesia de Cristo, para llegar a ser la iglesia del Pastor A o del Pastor B.

Dios nos pide en la Biblia que nuestro hablar sea conforme a su Palabra. ¿Cuánto más en este asunto tan vital deberíamos ser más cuidadosos? El apóstol Pedro, en la dirección del Espíritu Santo nos dice en su 1ª Epístola, cap. 5 hablando en particular a los pastores, dice desde el verso 1 :

"Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada : Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey".

A los pastores comienza llamándolos "ancianos". Y les recuerda que el Espíritu Santo les ha puesto "entre" la congregación y no "sobre" la grey. Que este servicio deben realizarlo por amor a su Señor y no por amor al dinero; no por ganancia deshonesta.

"No como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey".

La sola obligación que hacen a sus iglesias de llamarles "mí" pastor, demuestra una imposición de jerarquía y rango superior. Esto es muy usado donde existe una disciplina militar para recordar al subordinado que él está por debajo, y que su sargento, capitán o quién sea, está sobre él. Por este motivo es obligado a llamarle Mi sargento o Mi capitán según sea el caso.

En un sistema donde reina la jerarquía y los rangos eso es normal, pero no así donde decimos que todos somos iguales.

Los ancianos, pastores u obispos, deben ser ejemplos de la grey, servir "entre" la congregación, no "sobre" ella, nadie debe enseñorearse de la iglesia que le pertenece únicamente al Señor.

Cristo dijo: "Mi" iglesia, ella pertenece exclusivamente al Señor, no a un pastor. No debemos llamar a la iglesia que es del Señor, como a la iglesia del pastor A o del pastor B.

En 1Timoteo capítulo 3 encontramos los requisitos que deben cumplir los ancianos, pastores u obispos, para que la iglesia los pueda reconocer.

No son las ovejas quienes debe nombrar a sus pastores, sino el dueño del rebaño. Eso únicamente le compete a Dios.

Algunos "dicen" que es el Espíritu Santo quien nombra a los ancianos o pastores en sus asambleas, pero la práctica ha demostrado que ellos, el grupo de ancianos son los que llaman a sus amigos o familiares; los que son serviles a ellos, los que pasan a formar parte de este grupo elitista.

Luego sólo informan de esta decisión que ellos hicieron a su asamblea, y ella está obligada a aceptarlo sin apelaciones. Cada día son más las iglesias donde los hombres se están enseñoreando de ellas y el Señor es dejado fuera.

No en vano escuchamos en el último mensaje a la iglesia aquí en la tierra, en Ap. Cap. 3 verso 20 al Señor decir: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo". Han dejado a Cristo fuera de su iglesia, pero aún así, el Señor, desde afuera está haciendo su último llamado, "déjenme entrar a mí iglesia".

En la Epístola a Tito en el cap. 1º también hayamos algunos requisitos para los que sirvan al Señor, les llama "ancianos" en el versículo 5 y en el 7 les dice a estos mismos, "obispos".

Una vez más queda de manifiesto que obispo y anciano, es una misma persona. Dice desde el versículo 7 : "Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios".

Aquí se ve claramente que el significado de obispo es un administrador, pero no es un título, dice : "administrador de Dios, no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la Palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen".

Es el Espíritu Santo quien coloca a estos servidores en las iglesias y es él quien los capacita para su servicio. Nadie debería necesitar que alguien le señale quienes son los que cumplen estas funciones en la iglesia, deberían ser reconocidos por su testimonio y por las condiciones que deberían tener, si es que realmente han sido nombrados por el Espíritu Santo.

También vale destacar que nunca en la Biblia se nombra a un pastor u obispo en el concepto actual de un solo hombre que gobierna una iglesia con poderes absolutos como lo vemos en el día de hoy.

Dios ha sido muy preciso para enseñar en su Palabra cual es su voluntad al respeto. Uno solo es nuestro Maestro, el Señor Jesucristo y todos los demás somos... hermanos.

No debe existir una persona, ni aún grupos que se consideren superiores al resto de la congregación. Este es el ejemplo que encontramos en la Biblia. Muchas cartas fueron escritas a diversas iglesias locales, por ejemplo: A la iglesia de Corinto, de Efeso, de Roma, de Galacia, etc.

Y muy claramente vemos que ninguna de ellas fue dirigida a un hombre en particular, ni aún a sus ancianos. Porque no existían estos personajes como los de hoy que ostentaran un título eclesiástico, ninguna fue dirigida por un pastor o un obispo, ni nada que se asemeje.

Porque no existía esa diferencia anti bíblica que hallamos en las iglesias de hoy entre clero y laicos, o hermanos responsables e irresponsables. Todos eran simplemente "hermanos" como dijo el Señor.

Existen tres cartas dirigidas a personas individuales, pero ellos eran amigos personales de Pablo y no fueron escritas para una iglesia local, estas son las Epístolas de Pablo a Timoteo, Tito y Filemon.

Pero claramente se ve que las cartas que sí fueron escritas a una iglesia local en particular, ninguna de ellas fue dirigida al pastor u obispo. Aún en la carta escrita a los Romanos, donde el apóstol incluye una larga lista de saludos a diferentes hermanos en el cap. 16, no menciona a ningún obispo o pastor. ¿Por qué? Simplemente porque no existían en el concepto que hoy tenemos.

Si ellos hubieran tenido uno como las iglesias de nuestros días, hubiera sido una considerable falta de deferencia por parte del apóstol no mencionar a un personaje tan importante. Pero bien sabemos que Pablo fue muy respetuoso de todas las autoridades, mayormente las autoridades religiosas.

Hoy cuando escribimos una carta a una iglesia local debemos dirigirla al pastor u obispo o anciano, de otro modo se sentirían muy ofendidos. En cambio el ejemplo bíblico es, Colosenses: "a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas". 1Tesalonisenses: "a la iglesia de los Tesalonisenses". Efesios: "A los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso". 1Corintios: " a la iglesia de Dios que está en Corinto".

Claramente vemos que le escribe a una iglesia y no menciona ninguna de las autoridades eclesiásticas, simplemente porque no existían en el concepto que hoy tenemos de autoridad o rango. Nadie estaba en una posición más alta, porque solo Cristo era el Pastor de ellos y todos los demás eran por igual, simplemente... "hermanos".

Dios nos exhorta a que nuestro hablar sea conforme a la Palabra de Dios. A la luz de la Biblia todos los cristianos, los que hemos nacido de nuevo y le hemos recibido en nuestros corazones como a nuestro Salvador personal, él ha pasado a ser nuestro Señor y por ende, cada uno en particular es su siervo a tiempo completo, no importa que tenga que emplear gran parte de su tiempo cumpliendo funciones como dueña de casa o albañil, carpintero, médico o abogado.

Porque él nos manda a hacerlo todo, como para el Señor. Col. 3:22 "obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor, y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa".

Ef. 6:5 "obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo, sirviendo como siervos de Cristo".

Cada hijo de Dios es un siervo de Cristo y no únicamente aquellos que cumplen una labor visible dentro de la iglesia. Es muy fácil ser cristiano en la iglesia, pero esa labor que Ud. hermano, Ud. hermana, está cumpliendo fuera de la iglesia, es posible que sea la que el Señor recompensará con la corona más hermosa.

Si Ud. no se considera un siervo del Señor, no llame a Cristo: Señor. En la iglesia del Señor existe una sola cabeza la cual es Cristo mismo, y todos nosotros somos... hermanos.

El único vicario de Cristo en la tierra, el representante que él dejó, fue el Espíritu Santo, cualquier otro que se esté colocando en el lugar del Espíritu Santo, es un usurpador. En la iglesia existen diferentes dones, pero todos somos miembros del mismo cuerpo.

En 1Cor. 12 dice "Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. El cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?.

Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios".

El Señor nos enseña en su Palabra que la iglesia es un cuerpo. Él es la única cabeza, y todos nosotros somos miembros cumpliendo distintas funciones, pero todos igualmente importantes. El último versículo que leímos es necesario tener presente: "los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios".

Decíamos que hoy se acostumbra decir: La iglesia del pastor "tal". En cambio el Señor Jesucristo nos dice: "Mi iglesia". La iglesia es del Señor no de un hombre ni de una organización. En ella no valen títulos, ni cargos eclesiásticos.

En la verdadera iglesia del Señor, "todos" debemos ser únicamente hermanos: "Vosotros no queráis que os llamen Rabí, porque uno es vuestro maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos".

Es verdad que en la mayoría de las iglesias dicen: "Aquí todos somos iguales", pero resulta muy evidente que algunos son más iguales que otros.

Si los títulos eclesiásticos no tienen ninguna base bíblica, menos importancia deberían tener aún los títulos y cargos que ocupamos en la sociedad.

En la iglesia que Cristo compró con su preciosa sangre, carece de significancia si un hermano es Médico o Carpintero, Abogado o Portero. En ella todos somos hermanos, porque somos hijos del mismo Padre Celestial, todos somos siervos del Señor, Embajadores, Reyes y Sacerdotes.

Hoy en su divisionismo (o sectarismo) han llegado tan lejos, que han comenzado a agrupar las iglesias por profesiones. Se habla de la iglesia de los uniformados, la de los médicos, de los deportistas, de los artistas, etc.

¿Acaso leemos en la Biblia que Lucas formó la iglesia de los médicos, Pedro la de los pescadores, Pablo la de los uniformados? Por cierto que no. No existe esa división inventada por el hombre, de cleros y laicos. En la iglesia de Cristo no existe ningún laico.

Que nuestro hablar sea conforme a la Palabra de Dios, y aprendamos a disfrutar más plenamente de estas grandes bendiciones que hemos recibido en nuestro glorioso y bendito Salvador Cristo Jesús.

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